jueves, 12 de agosto de 2010

HISTORIA DEL TEATRO





OBJETIVO GENERAL




·         Conocer antecedentes generales sobre el teatro.





OBJETIVOS 







ESPECÍFICOS



  •  e Reconocer las diferentes épocas que existen acerca del teatro.

  •      Reconocer las diferentes formas de actuar en una obra de teatro.

  •  Identificar el alcance de la dramatización en una obra de teatro en la vida del ser humano.




EL TEATRO EN GRECIA
Los orígenes
El “ditirambo” es, según Aristóteles, el origen de la tragedia. Se trataba de un coro cantado por cincuenta hombres (o niños) y que, a través de un contenido más lírico que dramático, iba dirigido al dios Dionisio, personificación de las fuerzas misteriosas, del vino y de la fecundidad agraria. El coro tenía un guía denominado “corifeo”, con quien comienza el diálogo que, más tarde, dará pie al “primer actor”, inventado por el mítico autor e intérprete Tespis. Cuando se separa de su coro, deja de cantar y recitar para “actuar”. Acaba de nacer el teatro moderno. La figura del héroe gana terreno al culto divino.
Pero el sentido religioso tiene una importancia capital en el nacimiento del teatro. Como en otras culturas, todo comienza con la danza, ejecutada en torno a la “timele”, un altar dónde se sitúa la estatua del dios a quien se quiere adorar. Es, por lo tanto, la reproducción de la histeria colectiva y la liberación de las pasiones. De aquí vienen conceptos como la mimesis, la purificación y la catarsis.
También se ha querido ver en los himnos fálicos – que tenían lugar en los rituales dedicados a Fales – los orígenes de la comedia. Pero es más difícil de demostrar. Lo que parece más claro es que la comedia es posterior a la tragedia y que hace referencia a los “comos” (coros que se desplazan para realizar una acción) de carácter más festivo.
Las partes del teatro
El theatron estaba dividido en tres partes fundamentales: la que ocupaban los espectadores (Koilon), la dedicada al coro (Orquesta) y la parte por dónde aparecían los actores (Skene). En la actualidad, los dos teatros griegos mejor conservados son el de Epidauro, en Grecia, y el de Siracusa, en Italia.
Los géneros
Básicamente, se puede decir que en la Antigua Grecia existieron tres géneros dramáticos: el drama satírico, la tragedia y la comedia. Por su parte, y como subgéneros que no acaban de ser teatro en sentido estricto, podemos identificar el ditirambo, los comos y las audiciones timélicas (oraciones en torno a la timele).
El drama satírico es muy parecido a la tragedia, sobre todo en la estructura. Aún así, se diferencia en el tono y la representación, dónde la gestualidad y la danza todavía tienen mucha importancia. Además, los coros tenían que estar compuestos, obligatoriamente, por sátiros conducidos por su padre Sileno. Representan la fuerza de la naturaleza y han llegado a nuestros días como símbolo de las pulsiones eróticas.
La tragedia está dividida, en esencia, en tres secuencias. En primer lugar, nos encontramos con el prólogo, que nos anticipa la historia. Seguidamente, escuchamos el parodos, el canto que da entrada al coro. Y, por último, los episodios (hoy los denominaríamos “actos”), donde se desarrollan la narración y que acaba con el éxodo, la salida del coro. Hay muchas interpretaciones que quieren explicar por qué el término tragedia proviene de “tragos” (macho de cabra). Seguramente, aunque no se ha podido documentar suficientemente, tiene que ver con la recompensa de una cabra que obtenían los ganadores de los concursos de este género.
La comedia tiene diferencias significativas con la tragedia. Las obras empiezan con el “agón”, un primer episodio de disputa dónde sale ganador quien representa al poeta. Además, en la comedia podemos encontrar la “parábasis”, cuando los componentes del coro se sacan las máscaras (que son un elemento muy destacable en la tragedia porque posibilitan que un mismo actor interprete diferentes personajes) y se dirigen al público.
Los autores
Esquilo es el autor trágico más antiguo (525-456 a.C.) de quien conservamos parte de su obra. De las siete tragedias que tenemos constancia, tres de ellas (Agamenón, Las coéforas y Las euménides) forman una trilogía denominada “La Orestíada”, sobre los crímenes familiares desencadenados a partir del sacrificio de Ifigenia. Su teatro es todavía muy religioso pero siempre con la finalidad de exculpar los humanos. De Sófocles, también conservamos siete obras de las cuales destacan, sin duda, Edipo Rey y Antígona. Estamos delante de la introducción del tercer actor y, por lo tanto, de un dinamismo en la acción más evidente. Es un teatro pesimista, muy crítico con el poder y con la obsesión de los dirigentes por la guerra. Por último, de Eurípides, conservamos diecisiete obras, entre las cuales destacan Electra o Las Troyanas. Introduce la figura del cuarto actor (y, por lo tanto, la importancia del coro es ya mínima) y en sus textos vemos como la fe religiosa ha desaparecido y el Hombre, más que nunca, es el centro del mundo.
Los autores de comedia que hemos podido conocer mejor son Aristófanes y Menandro. El primero se burla de los dioses en Las nubes y de la justicia en Las avispas. El espíritu crítico se apodera del teatro y el coro, prácticamente, desaparece con Menandro, de quien sólo se conocen algunos fragmentos aunque escribió un centenar de obras.
EL TEATRO EN ROMA









Los romanos, a diferencia del teatro griego, se levantaban sobre el suelo llano, con varias plantas que se ubicaban sobre una mampostería. Con el objetivo de mejorar la acústica del lugar, achicaron el lugar de la orquesta a un semicírculo. Los espectáculoseran presentados sobre una especie de plataforma a la que llamaban pulpitun y lasgradas se encontraban divididas en tres partes: la inferior, que estaba destinada a los senadores y los patricios; la superior, que era para las mujeres; y una grada intermedia que era únicamente para la plebe.









Anfiteatro romano
Anfiteatro roman









Lucio Anneo Séneca









Este hombre fue senador con Calígula y fue preceptor de Nerón. En su época lo denunciaron por considerarlo cómplice en una conjura y fue condenado a muerte y para obedecer la orden se suicido.









Era un filósofo al que lo consideraron el máximo representante de la escuela estoica. Entre sus obras más reconocidas podemos mencionar: “Cartas a Lucilio”, “Diálogos” y “De los beneficios”.









Escribió ocho tragedias:












Medea, 








Las troyanas, 








Agamenon, 








Edipo, 








Hipólito, 








Fedra, 








Hércules furioso 









Tiestes






















Los anfiteatros creados en esa época llegaban a tener capacidad para albergar a 30.000 personas que se distribuían en tres niveles de gradas, como ya te lo hemos contado, con la clásica división de cáveas, que se encontraban marcadas por las distintas procedencias sociales de sus ocupantes.
Por contar con grandes dimensiones, el anfiteatro estaba, por lo general erguido fuera del recinto amurallado, generalmente al costado de alguna calzada que unía la ciudad a la que pertenecía con otras urbes más distantes.
En el anfiteatro, el escenario se ubicaba en el centro, todo lo que en él pasaba se podía ver desde los diferentes ángulos. Los dispositivos de la tramoya y los mecanismos se encontraban a los ojos de los espectadores, quienes festejaban estos hechos como si fueran parte del mismo espectáculo.









Los anfiteatros









No cuentan con antecedentes en Grecia ni en Asia Menor. Alrededor de 75 fueron construidos en el Imperio. Su estructura respondía a una función principal, dar lugar a los espectadores y a los juegos. Los anfiteatros más importantes fueron construidos finalizando el siglo II aC en las ciudades de Etruria y Campania.









Estos anfiteatros se diferenciaban de los teatros clásicos ya que estos últimos contaban con una forma semicircular, mientras que los anfiteatros romanos eran círculos u óvalos.









También deben ser diferenciados del circo que se usaba para correr carreras y su forma era una herradura.









En la primera época se construyeron con madera y luego se los hizo con piedra tallada y más tarde con hormigón y se dispusieron arquerías y bóvedas. El anfiteatro más famoso es sin dudas el Coliseo Romano, cuyo nombre era “Amphitheatrum Flavium” o sea “Anfiteatro Flaviano




Durante las obras teatrales que se realizaban en los anfiteatros romanos, los actores eran acompañados por música y para ellos tenían un conjunto que contaban con la capacidad de tener un carácter más de espectáculo que de musical. Entre los instrumentos musicales usados se distinguían los de percusión.
En Roma el teatro era considerado más un entretenimiento (a diferenta que enGrecia). La comedia se impuso sin ningún contenido profundo. Entre los más importantes comediantes romanos podemos mencionar a Quinto EnnioCecilio EstacioMarco Pacovio, y el famosísimo Plauto.
EL TEATRO EN ESPAÑA



Orígenes. El teatro medieval. El teatro español, como el europeo, surge vinculado al culto religioso. La misa, celebración litúrgica central en la religión cristiana, es en sí misma un ‘drama’, una representación de la muerte y resurrección de Cristo. Serán los clérigos los que, en su afán didáctico por explicar los misterios de la fe a los fieles mayoritariamente incultos y analfabetos, creen los primeros diálogos teatrales: los tropos, con los que escenificaban algunos episodios relevantes de la Biblia. Estas representaciones, que tenían lugar dentro de las iglesias, en el coro o parte central de la nave, se fueron haciendo más largas y espectaculares dando lugar a un tipo de teatro religioso que fue el teatro medieval por excelencia. Poco a poco se fueron añadiendo elementos profanos y cómicos a este tipo de representaciones que, por razones de decoro, terminaron por abandonar las iglesias y comenzaron a realizarse en lugares públicos: en los pórticos y atrios de las iglesias, plazas, calles y cementerios.
En España se conservan muy pocos documentos escritos y menos obras teatrales de estos siglos. La muestra más antigua de teatro castellano es el Auto de los Reyes Magos de finales del siglo XII, escrito en romance y probablemente de origen franco. Pero puede decirse que hasta el siglo XV no empezó a cultivarse como tal el género, con Juan del Encina, Lucas Fernández y Jorge Manrique, si se exceptúan los juegos juglarescos populares.





Siglo XVI
Los parámetros medievales seguirán siendo la clave del teatro español hasta que, en el siglo XVI, se inicia el camino de la modernización que culminará en la creación de un género: la comedia nueva del siglo XVII. El siglo XVI es, por tanto, un momento de búsqueda y convivencia de varias tendencias: la dramaturgia religiosa (Gil Vicente), el clasicismo (Juan de la Cueva), los italianizantes (Juan del Encina, Bartolomé Torres Naharro) y la tradición nacionalista (Juan de la Cueva). La obra dramática más importante de este período es La Celestina de Fernando de Rojas. En realidad es una comedia humanista, hecha más para la lectura y reflexión que para la escena. Se trata de una obra excepcional, magnífico retrato de la época y modelo de la literatura galante posterior. Es, sin embargo, una obra de tan complicada estructura dramática (alrededor de 20 actos) que no fue representada en su época y que sigue teniendo enormes dificultades para su puesta en escena.
El siglo XVII 
es el siglo de oro del teatro en España. Es un momento en el que las circunstancias sociales y políticas determinan una situación excepcional: la representación pública se convierte en el eje de la moral y la estética. Las ‘apariencias’ son fundamentales. El mundo es un gran teatro y el teatro es el arte más adecuado para representar la vida. Se crean las primeras salas teatrales llamadas corrales de comedias, que eran gestionadas por las Hermandades, verdaderos precedentes del empresario teatral moderno. 
El siglo XVIII 
estuvo marcado en España, por primera vez, por la intervención del Estado en la orientación teatral del país. Bajo el influjo de las ideas de la Ilustración, se creó un movimiento de reforma de los teatros de Madrid, encabezado por Leandro Fernández de Moratín. El cometido principal de este movimiento era recomendar una serie de obras y prohibir otras, bajo la premisa de fomentar exclusivamente ideas que amparasen la verdad y la virtud, apoyando las representaciones que supusieran enseñanza moral o adoctrinamiento cultural. Entre las obras prohibidas figuraban algunas del siglo de oro, pero sobre todo se censuraba a aquellos autores contemporáneos que insistían en la fórmula del siglo anterior. 
Siglo XX 



A finales del siglo XIX y comienzos del XX no se produce en España la renovación del arte dramático que sucede en otros países gracias a la obra de directores y autores como Stanislavski, Gordon Craig, Appia, Chéjov o Pirandello. Aquí el teatro es, sobre todo, un entretenimiento para el público burgués que acude con asiduidad a las representaciones. Las compañías teatrales formadas por las grandes actrices y actores del momento, que son además empresarios, están dedicadas a complacer los gustos de este público conservador y convencional.









La escena española actual
Con la vuelta de la democracia se produjo una renovación del teatro oficial. Directores, hombres y mujeres de teatro hasta entonces vetados —Miguel Narros, Nuria Espert— y otros nombres nuevos, como Lluís Pascual, acceden a la dirección de los teatros nacionales, centrando sus programaciones en los grandes dramaturgos clásicos y contemporáneos y recuperando a los autores españoles del 98 y principios de siglo, como Lorca o Valle-Inclán.
El énfasis en la revitalización de textos considerados clásicos se ha asociado a una crisis de producción de textos dramáticos originales. Sin embargo, los grupos independientes van perdiendo vigor y presencia en la escena española.


EL TEATRO EN HONDURAS








En Honduras históricamente se practica teatro europeo desde el siglo XVI, la primera presentación teatral en Honduras fue el Diablo Cojuelo, una obra del dramaturgo y novelista español Luis Vélez de Guevara, la presentación se llevó a cabo en el año 1750, al aire libre, en la ciudad de Comayagua.







Seguidamente se construyeron diversos teatros, hasta que en 1905 el presidente Manuel Bonilla decretó la construcción de un teatro nacional, mas que un teatro, un coliseo, donde los capitalinos pudieran presenciar teatro, ópera, zarzuela y danza a la europea. En 1915 se concluyó la construcción del teatro nacional, que se llamó finalmente Teatro Nacional Manuel Bonilla en honor al presidente que decretó su construcción.











Teatristas Hondureños





En teatro sobresalen las obras del padre José Trinidad Reyes Sevilla fundador de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.


Ramón Amaya Amador creó tres obras de teatro, dos sin título y una llamada La Mujer Mala en 1959. 




Hoy en día sobresalen las obras del renombrado Rafael Murillo Selva, su obra "Loubavagu" o "El Otro Lado del Puente"ha sido representada en más de mil ocasiones en festivales artísticos alrededor del planeta. 




El poeta Daniel Laínez escribió la obra “Timoteo se divierte” en 1946 y la obra "Un hombre de influencia" en 1956. 




Algunos actores, actrices y directores hondureños son: Fredy David Ponce Rivas,Edy Barahona, Isidro españa,Magda Alvarado, Elisa Logan, Hermes Reyes, Hermes Zelaya, Edilberto González. Guillermo Fernández, José Ramón Inestroza, Rigoberto Fernández, Mario Jaén, José Luis Recinos, Damario Reyes, José Francisco Saybe, Reiniery Andino, Delmer López, Sandra Herrera, Oscar Lemus, Oscar Zelaya, Oscar Barahona, Tito Estrada, Ybis Zelaya, Tito Ochoa, Elena de Larios, Maricela Nolasco, Susan Arteaga, Cecilia Pavón, Lucy Ondina, Leonardo Montes de Oca (mimo), José Luis López, Benjamín Segura, Mariela Zavala, también cabe mencionar al gran director Carlos Antonio Rodríguez Franco, quien es de nacionalidad guatemalteca pero lleva produciendo teatro de gran calidad para Honduras por más de diez años.






Obras de Teatro Hondureñas













  • "Cuatro letras" de Mario Jaén
  • "Sopita de amor" de Tito Estrada
  • "Manicomio" de Isidro España
  • "Siete muecas" (9 obras) Candelario Reyes, 1984



































































Teatros en Hondura











Los teatros nacionales ordenados cronológicamente son los siguientes:






























  • Teatro José Francisco Saybe en San Pedro Sula











  • Teatro Nicolás Avellaneda














  • Teatro Renacimiento

















  • Teatro La Reforma














  • Sala de Teatro Padre Trino

















  • Cultural Infantil















  • Centro Cultural Merceditas Agurcia















  • Centro Cultural Sampedrano (sala #1 y #2)















  • Sala de Teatro / Academia de Danza SOAM.















  • Sala de Teatro La Fragua









































  • Auditorio Museo de Antropología de San Pedro Sula



















  • Centro de Artes Sampedrano, Col. Satélite, SPS



















  • Casa de la cultura de Santa Rosa de Copán



















  • Casa de la cultura de la Lima



















  • Casa de la cultura de El Progreso



















  • Casa de la cultura de Tela, Atlántida.




















CONCLUSIÓN
El teatro como medio de comunicación es capaz de transmitir y transformar diferentes mensajes; ya que al intervenir diferentes elementos humanos en este proceso, como son, dramaturgo, director, actores y publico, la interpretación que se da de los mensajes va cambiando de acuerdo a cada uno de los participantes.
Tomando en cuenta que el director de una puesta en escena, pretende transmitir determinados mensajes al público, utiliza distintos medios para hacerlo, como es la escenografía, utilería, tipo de actuación, música, efectos sonoros, vestuario, entre otros. Por lo que la interpretación que cada uno de ellos tenga de los mensajes que entran en juego, será personal y de acuerdo al contexto social, cultural y vivencial.